5 días en Calabria en invierno
Del 30 de diciembre de 2019 al 3 de enero de 2020
Escapada de cinco días con amigos a Calabria, esta vez sin nuestros hijos, que ya tenían sus
planes de fin de año. Nuestros amigos Alessandro y Anna viven actualmente en el
norte de Italia, pero él es calabrés y nos ha invitado a su casa de Locri,
donde todavía vive su madre. Allí hemos coincidido también con unos amigos
suyos alemanes, Olaf y Annette, y juntos hemos celebrado la entrada del año
2020.
Calabria, coloquialmente conocida como la "punta de la bota", se encuentra en el extremo sur de Italia, bañada por las espléndidas aguas del Mar Jónico y el Mar Tirreno y separada de la isla de Sicilia por el estrecho de Mesina. La región tiene cinco provincias: Cosenza, Crotona, Catanzaro, Vibo Valentia y la que hemos recorrido nosotros, Reggio di Calabria, la de más al sur enfrente mismo de Sicilia.
Con Alessandro y Anna de guías excepcionales hemos
tomado un primer contacto con esta región que no conocíamos todavía y hemos
vuelto totalmente enamorados de los colores de sus playas, de sus costas
rocosas, de los pueblos del Aspromonte, de las huellas de sus orígenes y de los
sabores auténticos de su cocina. Naturalmente es una zona privilegiada para
ir en verano y disfrutar de sus magníficas playas, pero os aseguramos que en
invierno también es un lugar único.
Os
vamos a explicar sin demasiado detalle los sitios que hemos visto nosotros en
estos cinco días intensos, en los que hemos visitado desde la capital de Reggio
di Calabria, con su impresionante Museo Arqueológico de la Magna Grecia, hasta
pueblecitos abandonados como Pentedattilo, lugares en la costa realmente
impresionantes como Scilla o rincones preciosos como Gerace o Stilo.
Reggio di Calabria
Reggio
di Calabria es famosa en todo el mundo porque conserva desde 1981 los
Bronces de Riace en el Museo Arqueologico Nazionale de la Magna Grecia. El
museo, construido en 1882, ha ido creciendo gracias a los descubrimientos en
varias campañas de excavación en las antiguas ciudades de Calabria, Basilicata
y Sicilia.
Los Bronces de Riace son extremadamente importantes porque son muy pocas las estatuas griegas en bronce que han llegado a nuestros días en buen estado de conservación. Pero el museo tiene también una amplia colección con objetos de los períodos prehistóricos y protohistóricos que lo precedieron y de las antiguas épocas romanas y bizantinas que siguieron.
De los Bronzi de Riace se sabe muy poco. Las dos majestuosas estatuas fueron encontradas en las aguas de Riace en 1972. Representan dos figuras de hombre, probablemente guerreros, de unos dos metros de altura y de belleza perfecta. Se remontan al siglo V a.C y se cree que son de origen Helénico.
Según los estudios más recientes, el bronce A (dicho
"El Joven") podría representar a Tideo, un feroz héroe procedente de Etolia,
hijo del dios Ares. El bronce B (dicho "El Viejo") podría representar a
Anfiarao, un profeta guerrero. Las estatuas fueron probablemente realizadas en
Atenas y luego embarcadas para ser llevadas a Roma; pero el barco que las
transportaba perdió el valioso cargamento por causas que se desconocen.
El
Paseo marítimo de Reggio di Calabria es también uno de los lugares naturales
más hermosos de la región, con la magnífica panorámica de Sicilia en frente y
la majestuosa silueta del Etna al fondo.
Pentedattilo
A unos 35 kms de Reggio di Calabria, a 250 m sobre el nivel del mar, encontramos el pueblecito abandonado de Pentedattilo.
Su nombre le viene de la colina sobre la que está
situado, el Monte Calvario, cuya forma se parece a la de una mano con sus cinco
dedos. Fundado en el 640 a.C. por los Calcios, Pentedattilo ha vivido muchas
épocas históricas importantes, pero el terremoto de 1783 dañó severamente el
castillo y sus casas, causando la primera migración de gran parte de la
población al cercano Melito Porto Salvo.
Después
de ser abandonado por completo en la década de 1960, Pentadattilo está
intentando volver poco a poco a la vida gracias al trabajo de una asociación
sin fines de lucro y financiación de la comunidad europea. Han sido recuperadas
algunas casas y plazas donde algunos artistas han abierto sus talleres y desde
el año 2006 se celebra el "Pentedattilo Film Festival", uno de los festivales
internacionales de cortometrajes más importantes. Dicen que la iluminación
nocturna también es preciosa de ver, pero nosotros estuvimos solo por la
mañana.
Hoy en
día, está considerado uno de los pueblos más pintorescos de Calabria. El
encanto de sus callejuelas, el silencio del lugar y el colorido del paisaje
crean una atmósfera muy particular. Pero, desde nuestro punto de vista, lo
que convierte el sitio en realmente espectacular es la vista única de toda la
línea de la costa de Sicilia, con el majestuoso Etna perfilándose justo
enfrente.
Scilla i Bagnara
En la parte más al sur de la costa del Mar Tirreno tenemos la Costa Viola. Aquí el mar es abierto y el agua en algunas horas del día presenta un color violáceo, de ahí el nombre de la costa.
En esta costa fuimos a visitar Scilla, uno de los
lugares más bellos y espectaculares de Italia. Destaca por sus magníficas
vistas desde el Castillo de Ruffo, con la silueta del Stromboli dibujándose a
lo lejos. La posición del castillo, que se extiende sobre el mar del
estrecho, forma dos espléndidas calas naturales a ambos lados, dando vida a dos
distritos: Marina Grande, con su playa de arena fina, y Chianalea, el barrio de
los pescadores con sus casas al mismo borde del agua.
Nosotros
cogimos un día con viento fuerte y el mar estaba bastante bravo. La verdad es
que ver las olas, en el barrio de los pescadores, chocar literalmente contra
las casas, es impresionante. ¡Esta visita es imprescindible en Calabria!
Nos acercamos también a última hora de la tarde a Bagnara, conocida por la belleza de sus playas. Viniendo de Scilla, el pueblo no nos pareció tan encantador, aunque es muy probable que en verano tenga mucha más vida y sea merecedor de su fama.
Si pasas por Bagnara en coche, es curioso atravesar el Ponte di Caravilla. Dicen que es el único
puente del mundo que atraviesas necesariamente tres veces: primero la
carretera cruza por debajo de uno de los arcos, después gira para pasar por
debajo de un segundo arco y finalmente continúa por la parte superior del
puente.
Locri i Siderno
En la costa opuesta, tenemos la Costa dei Gelsomini (Costa de los Jazmines), la ribera más al sur de Calabria que se asoma al azul impecable del Mar Jónico. Discurre a lo largo de 90 km de la provincia de Reggio di Calabria, entre las ciudades de Riace y Locri. Toma el nombre de los cultivos de la maravillosa planta del jazmín, sumamente difusa en el territorio.
Bahías de playas de arena se alternan con altas rocas al borde del mar, rodeadas por las verdes colinas de Crotona, llenas de cítricos y olivos que llegan hasta el Parque Nacional de Aspromonte.
Nosotros nos alojamos en Locri, antigua colonia griega fundada en el siglo VII a.C. (Locri
Epizefiri) y actual centro cultural y religioso de la zona. No visitamos
nada en especial en la ciudad pero paseamos por su precioso lungomare (paseo
marítimo) y recorrimos sus calles escuchando entrañables historias y anécdotas
divertidas de la infancia de nuestro amigo Alessandro.
También nos acercamos a Siderno, una de las poblaciones contiguas a Locri. Según nos contó la madre de nuestro amigo existe desde siempre cierta rivalidad entre las dos ciudades, considerándose Locri más cultural y Siderno más comercial. Así que dejamos Siderno para el último día y aprovechamos para hacer algunas compras de productos típicos de Calabria para traernos para casa.
A destacar una tienda donde nos llevaron nuestros amigos a comprar deliciosos quesos: Il poder dei Leoni-Caseificio. La trastienda, que se puede ver a través de un cristal, es la quesería donde ellos mismos producen los quesos. Y también digna de reseña la pastelería Tesori di Sicilia, donde probamos los famosos "arancini".
Gerace
A unos
10 kms tierra adentro desde Locri se encuentra el precioso pueblo de Gerace, inscrito en la lista de "Borghi più belli d'Italia". Situado
sobre una colina de 500 metros con unas espectaculares vistas de toda la costa,
Gerace es un pueblo lleno de historia, arte, cultura y tradiciones.
Los principales atractivos de Gerace son los restos
del antiguo castillo normando (probablemente iniciado en el siglo X por los
bizantinos) y la ciudad medieval perfectamente conservada, con la visita
estrella de la Catedral del siglo XI, una
síntesis armoniosa de los estilos bizantino, románico y normando, con
sugerencias árabes.
Pasead por el pueblo con calma e iréis descubriendo rincones hermosos e iglesias, muchísimas iglesias. Dicen que apenas unas cien de las más de ciento veinte que tuvo en su día. Una pena, pero parecen suficientes para los menos de tres mil habitantes de la villa.
Stilo
Otro pueblecito incluido en la lista de "Borghi
più belli d'Italia" es
Stilo, a los pies del monte Consolino.
Imprescindible, desde nuestro punto de vista, la visita a la Cattolica de Stilo, pequeña iglesia bizantina del siglo IX. El término "Cattolica" probablemente deriva del griego "Katholikon", que indica el lugar de culto de un complejo monástico o el centro de referencia cultural para los ermitaños que vivían en la misma área.
Tuvimos un poquito de mala suerte porque nos la
encontramos cerrada, a pesar de que en todos los sitios oficiales pone que
abren todos los días del año. Aún así, haciendo un poquito de trampa, pudimos
rodear una valla y acercarnos a verla por fuera y fotografiarla desde varios
puntos. Nos faltó ver el interior pero a cambio estábamos totalmente solos
delante de una joya del arte bizantino, en un lugar precioso en el que se
respiraba serenidad y con unas vistas espectaculares. ¡No os la perdáis!
Después
de mil fotos de la Cattolica, nos acercamos a visitar el Eremo di Santa Maria della Stella en Pazzano (Ojo con las
indicaciones de GoogleMaps que no son muy correctas: para ir desde Stilo nos
hacía retroceder y te enviaba por un camino de cabras totalmente impracticable.
La dirección correcta es seguir la carretera hacia Pazzano y ya iréis
encontrando indicaciones hacia la ermita). Santa Maria della Stella es un
santuario creado en el interior de una cueva a la que se accede descendiendo
una larga escalinata excavada en la piedra. También estábamos solos y el
silencio y la espiritualidad del lugar era totalmente envolvente.
Caía
ya la tarde y nos estábamos quedando sin luz, pero todavía nos acercamos a
visitar el Monasterio Ortodoxo de San Giovanni Theristis (San Juan el
segador). El templo fue construido en la segunda mitad del siglo XI, por lo que
tiene elementos normandos y bizantinos. Actualmente vive una comunidad de monjes
de la Romena Ortodoxa de Italia.
Bueno, hasta aquí las visitas que hicimos en estos cinco días magníficos por el sur de Italia. Un pequeño aperitivo, que nos ha abierto el apetito para repetir seguro algún día el destino de Calabria.
Y hablando de apetito, en el post Ganar kilos en Calabria os explicamos un poco de la gastronomía calabresa que hemos
disfrutado estos días y que, como el título os dará a entender, nos ha obligado
a poner en marcha el primer objetivo del año: ¡Empezar con la dieta!